miércoles, 19 de septiembre de 2007

La Historia del Abuelo Jacobo Wiesner




Nombres como Carlos Ardila Lülle, Rudolf Hommes, Aura Cristina Geithner, Hellmuth Bellingrodt, Antonio Navarro Wolff y también todos los portadores de apellidos como Hoenisgbergh, Siegert, Held, Greiffenstein, Simmonds, Bayer y Strauss descienden de inmigrantes alemanes. Los colombianos nos hemos familiarizado con ellos, olvidando que su presencia se debe a un selectivo proceso de inmigración vivido por el país en los dos últimos siglos. Mi nombre es Nelson Wiesner y soy descendiente del protagonista de esta historia, el teutón Jacobo Benjamín Wiesner Hacker a quién llamaré mi abuelo.


Mi abuelo nació en Freiberg, Reino de Sajorna, el domingo 20 de Junio de 1.763 y fue bautizado en la parroquia de Santa Virginia el dia 28, siendo hijo legítimo de mis bisabuelos Christian Wiesner y de Juana Dorotea Hacker naturales de dicha localidad.Mi abuelo se graduó en la afamada Escuela de Mineralogía de su ciudad natal, célebre por la industria metalúrgica, donde estudió física, química, matemáticas, mineralogía y mecánica.


En 1.787 el Rey Carlos III de España solicitó al Príncipe Elector de Sajonia varios mineralogistas hábiles para que enseñaran su profesión y trabajaran en las minas del Nuevo Reino de Granada ( actual Colombia ) Por ese motivo fueron enviados ocho jóvenes, entre ellos mi abuelo.


En Septiembre de 1.788 arribaron a Cartagena de Indias como profesores de Mineralogía y pasaron a las minas de plata de Santa Ana cerca de la ciudad de Mariquita, donde el Director General de Minas, Juan José D'Elhuyart, les empleó en diferentes operaciones y trabajos según los conocimientos y práctica de cada uno de ellos.Por entonces el Barón de Born había descubierto en Alemania un nuevo método de afinar los metales con aplicaciones prácticas para separar el oro de la plata aurífera y a fin de aprenderlo viajó a esa nación el famoso químico español Faustino D'Elhuyart; mas, los recién llegados conocían la novedad y empezaron a aplicarla en los establecimientos de mineralogía y en la Casa de Moneda de Bogotá. Mi abuelo trabajó con D'Elhuyart (quién falleció al poco tiempo) y en 1.792 pasó a Pamplona donde se había formado una compañía anónima para explotar las mina plata de esa provincia y una de oro de Girón, quedando la mina Santa Ana casi abandonada y como era la que proveía de metales finos a la Casa de la Moneda de Bogotá, al declinar la copelación empezaron a fabricarse monedas malísimas. En Girón existe el oro más valioso del mundo pues su ley es de 996 milésimos y estando mi abuelo en esos trabajos contrajo matrimonio en dicha población con mi abuela Ignacia Arriaga y Quesada en quien tuvo diez hijos.


En 1.797, al disolverse la compañía anónima de minas pasó a trabajar en las de plata de esa ciudad, que eran de propiedad de la Real Hacienda. Allí le encontró en 1.801 su paisano el Barón de Humboldt, quien le trató y apreció en extremo, recomendando a las autoridades que aprovechen sus servicios, sobre todo en la mina cerrada de sal gema de Zipaquirá que debía ser escavada por el sistema de socavones. Esta recomendación le valió de mucho para que el gobierno le destinara a principios de 1.806 para efectuar una exploración y reconocimiento del estado de la salina de Zipaquirá y tras el Informe, que presentó a medias con el Oficial Carlos J. Urisarri, pudo iniciar los trabajos. Al mismo tiempo revisó la mina de Baja y Veta en Sesquilé y levantó su plano, así como también la mina de esmeraldas de Muzo donde hizo valiosas observaciones.


En 1.814, por orden del Presidente Antonio Nariño, exploró el distrito de Pacho descubriendo varias minas metálicas. Entre ellas una de plomo en el sitio San Miguel y una de cobre en Algodonales. Como el plomo era necesario para la guerra de la independencia, fabricó una ramada, hizo un horno y fundió plomo enviándolo al gobierno, convirtiendo así a esta ciudad en la cuna de la Industria siderúrgica en Latinoamérica . Después pasó a otros sitios en busca de cobre y descubrió que también había una gran cantidad de hierro, hizo los ensayos y logró pequeñas barras de ese metal.


En 1.816 los españoles recuperaron el control del país hasta que tres años después, tras la batalla de Boyacá, le quedó libre a Bolívar la entrada a Bogotá. Los empleados españoles de las minas de Zipaquirá, al oír la noticia de la completa derrota de los ejércitos del rey huyeron aterrados, dejando en poder de mi abuelo la oficina de la venta de sales con la caja fuerte llena de dinero, varios enseres, armas y objetos valiosos. Mi abuelo conservó intacto tan cuantioso depósito y al pasar el Libertador por dicha población le presentó íntegramente todo cuanto tenía en sus manos , tras lo cual, el 17 de Septiembre, recibió el nombramiento de Director General de Minas.


Entre 1.822 y el 23 dirigió los trabajos de ingeniería para desaguar La laguna de Guatavita mediante contrato con el empresario José Ignacio París. El 23 regresó a Pacho con el objeto de principiar los edificios y establecimientos de la fábrica de ferrería con la facultad concedida por el Intendente de la provincia, Cristóbal Vergara. Construyó un ramaje de cincuenta varas de largo con dos cuartos a las extremidades, hizo un homo y fundió mineral de hierro, enfermó en una pierna y fue necesario llevarlo en guando a Zipaquirá, donde curó. Años más tarde el Vicepresidente Santander le confirió el empleo de Director de mina y fábrica de sal de Zipaquirá, donde se mantuvo hasta su jubilación. Con posterioridad se dedicó a la fabricación de jabones y velas. Dicho oficio le heredó su hijo Francisco y su nieto Jacobo.


En su ancianidad vivía rodeado de los suyos. Su casa era por las noches el punto de reunión délos jóvenes de ambos sexos de la sociedad de esa población que iban a pasar allí buenos ratos pues mi abuelo era de carácter festivo y agradable: se conversaba, cantaba y bailaba. El viejo tocaba la guitarra y la animación y el movimiento del baile hacían algunas veces una pausa silenciosa para escuchar sus recuerdos de juventud. En otras ocasiones cantaba y tocaba en su instrumento los aires de la tierra natal alemana, hasta su fallecimiento en dicha población de Zipaquirá el 12 de Agosto de 1.842, a los 84 años de edad. Entre sus nietos sobresalió el Ingeniero Jacobo Wiesner Morales, periodista, audaz empresario, inventor del jabón vegetal que se fabricó por muchos años en Colombia y entre sus bisnietos Uldarico Wiesner Prado que pasó al Ecuador, estuvo en Quito y en Quevedo, finalmente se estableció en Guayaquil, prosperó y mandó a edificar una gran casa mixta en la esquina de Santa Elena y Argentina, ocupaba los altos y en los bajos funcionaba una distribuidora de cerveza y expendio de carbón. Dejó tres familias de las que proceden los Wiesner ecuatorianos.


Ésta fué la vida del hombre que trajo el apellido Wiesner al país, aparte de todos sus aportes en la historia minerológica de Colombia.


GRACIAS ABUELO.

1 comentario:

Alex Quinde Wiesner dijo...

Estimado Nelson:

Mi nombre es Alex Quinde wiesner, soy de Guayaquil - Ecuador, antes que nada saludos por encontrar a otro miembro de muestra familia Wiesner, me gustaría poder mantenernos mas comunicados por mi mail personal, alex_quinde_wiesner@hotmail.com, favor escríbeme para conversar más al respecto de la familia y de Jacobo Benjamin Wiesner.

Saludos cordiales,

Alex Quinde Wiesner
Gye - Ecuador